DÍAS DE ASUETO
Aprovechando que el jueves pasado fue festivo en Madrid, me cogí el viernes libre y me fui a Barcelona el mismo miércoles. Mi chico llegó el viernes.
Ya conocíamos la ciudad. El objetivo de este viaje era más bien visitar amigos, familia. No obstante, siempre hay cosas nuevas que ver o hacer así que en los dos días que pasé sola (mis amigos trabajaban) me fui a Montjuic. Hizo unos días soleados, por lo que pude pasear durante horas, hacer fotos, disfrutar los parques y tomar al aire, y esto en plena urbe.
Me gustaría comentar la visita que hice a la Fundació Joan Miró. El museo tiene la particularidad de tener obras tanto en el interior como en el exterior del edificio, lo que permite darse una descanso mientras se sigue disfrutando del trabajo del artista. Como no sé mucho de arte, pero de Miró en particular menos, hice la visita acompañada por los cascos guía que te van explicando ciertas obras. Como me gusta el arte contemporáneo y moderno, disfruté mucho de los cuadros (más que de las esculturas) de Miró. Algunas quedaban fuera de mi entendimiento o interpretación pero me gustaban por su estética, colores, originalidad. Lo que me parecía, vamos a decir flipante, eran las explicaciones de la guía, dando toda clase detalles sobre lo que para mí era solo un punto negro sobre un lienzo. A veces se veía la lógica pero en muchas ocasiones me parecía más bien pajas mentales, no sé si del autor o de los estudiosos del autor. En todo caso, vale la pena y lo recomiendo.
El sábado, y ya con mi chico, su hermano y su novia y los amigos, fuimos a Tarragona. Es una ciudad muy cuca en la que comimos de todo menos comida catalana y mira tú que buscamos y buscamos restaurantes de cocina catalana, pero nada.
El domingo se agregó otra amiga de mi chico y el grupo entero fuimos a comer, esta vez sí, a un restaurante catalá de verdad. La comida fue deliciosa aunque el servicio fue de lo más lento. ¡¡ Nos dieron como 3 horas para comer !! Algunos de ellos tienen ahora el cutis muy terso gracias a la cantidad de caracoles que comieron y ahora sabemos de las ventajas de la baba de caracol sobre el cutis :) Y de allí ya nos llevaron al aeropuerto.
Como momentos estelares quiero mencionar las largas charlas con Mareta, el mega piso del cuñaaaaooo y su chica, el paseo por la Catedral de Tarragona a la que mi chico y su hermano se negaron a entrar porque no querían darle ni un duro a la Iglesia, la tortilla de patatas rellena de Kaik, los consejos de fotografía del Marombo, la llegada al Prat de mi chico por la zona que no era y tantos otros...
Qué bueno y bonito es viajar.
PD. La foto de la Torre Calatrava la hice con la cámara que me regaló mi chico hace ya casi 3 años.
2 comentarios
chispis -
ah, la crema catalana, qué rica...
Fernando -