EN EL BUS
Con el coche en el taller he tenido que ir al curro en transporte público: primero metro y luego bus.
En el metro no ha habido problema para encontrar asiento. En cambio el bus iba a tope. Tenía muy claro que no me iba a pasar 20 minutos de pie estrujada, con mi barriguilla en el sexto mes de embarazo. Así pues, me he acercado a los asientos con pegatina de asiento preferente para viejitos, lesionados y mamás. Había dos chicos sentados. Me he acercado y les he preguntado si me podía sentar, por favor.
Me miraron de arriba abajo con cara de atónitos, como pensando, y esta mujer joven y atractiva (lo segundo me lo digo yo para subirme la moral, jajajaja) cómo es que quiere sentarse. Entonces, empezaron un repaso de mi persona, los dos a la vez. Fue muy gracioso. Me observaban muy serios y al no encontrar un motivo por el que cederme su asiento, han ido escrutinándome hasta que hallaron mi barriguilla. Ahí se les encendió a los dos la bombilla a la vez. Sus caras mostraron por fin alivio, encontrando un motivo por el que levantarse.
Sin demasiada gana, uno de ellos se levantó y me dejó su asiento.
Moraleja: si la gente no se da cuenta de tus necesidades, no dudes en reclamar lo que te pertenece.
4 comentarios
Aldonza -
Yo me levanto cuando veo que alguien lo necesita (no lo digo por decir, es cierto), pero hay gente que tiene mucho morro y no importa la edad que tenga.
Un beso, guapísima!
chispis -
jo, qué pena patri. que con 8 meses una se cansa y necesita ir sentadita, sin poner en peligro al bebé. qué gente, oye.
buen finde a ti tambien, wapa.
patri -
lamima -
Ah, y no había nadie menor de 40 años, lo prometo.
Patético.
Seguro que si mi Patri lee esto tendrá algo que contarte de una carrera que tuvo que hacer ella contra un abuelillo....