A VUELTAS CON EL TRABAJO
Que si lo dejo, que si me quedo, que si me aburre, que si sigo aprendiendo, que si no me aporta nada a nivel personal, que si tengo buen horario, que si no me gusta, que si el ambiente es bueno, que si.... que si...
Como todo en la vida, tiene su cara y su cruz. La semana pasada tenía clarísimo que quería irme. Hoy no lo sé. Me pesa más lo bueno, aunque eso suponga no seguir mi vocación. Contradictorio, pero sorprendentemente a día de hoy me merece la pena seguir.
Ahora bien, que si cierta empresa que yo me sé me hiciera una ofertita..... Claro, que para ello tendré que mandarles mi cv. Uf, qué pereza.... Si es que lo queremos todo :)
1 comentario
Diego de Rivas -
Me quedo con tu reflexión sobre tu verdadero vocación. La desconozco. La mía me costo encontrarla pero después de algún tiempo me decidí ir a por ella. Verla frente a frente.
Aquellos años ya tenía mi hija mayor en el mundo, suponía un gran esfuerzo pero al fin la encontré. Mi vocación.
Y aquí estoy, luchando, unos días perdiendo otras ganando terreno, pero siempre creciendo.
Un abrazo literario,