PEQUEÑO HOMENAJE (2ª PARTE)
Quería mencionar también en este apartado a mi hermana, quien fue destinada a Lima, Perú, para continuar allí su trabajo cuidando ancianos pobres. Desde su recién estrenado blog va contando sus historias. Estar lejos de la familia (y más cuando no es una decisión voluntaria, por muy aceptada que sea) es muy duro.
También quiero mencionar a mis suegros, que cuidan de la abuela, una señora muy mayor que tiene demencia senil y no reconoce ni a su hija. En el "reparto" les tocó la abuela justo cuando ellos estaban libres, sin hijos, con un coche recién comprado para hacer todos los viajes que no habían podido hacer antes. No se quejan, la cuidan con sumo cariño, son pacientes y sacrifican su ansiada independencia por cuidar a la que un día les cuidó a ellos. En los casos de demencia resulta relativamente fácil sugerir que la metan en una residencia, que total la abuela no se daría cuenta. Sólo que esta pregunta queda en el aire, sólo se piensa, no se hace. Ayer, me decía mi suegra que la abuela moriría en una residencia de esas porque necesita atención continua. Mientras hablábamos, se la oía de fondo pedir ir a la cama, sin parar, desesperada. Esta abuela para mí es como mi abuela, con ella nos reímos mucho porque es muy alegre, siempre está cantando, te dice que tienes "un tipo fino" y que "eres muy linda", siempre pide "biquiños" y está deseosa de estar con gente. Es una mujer muy entrañable. Egoístamente, me alegro de que la tengan en casa, porque así yo puedo disfrutar de ella, de la abuela que nunca tuve.
Y por último, mi madre, que la mujer ha pasado lo suyo y nunca de lo agradecemos. En mi familia no hay mucha costumbre de decirse gracias por esto, o te quiero, o te echo de menos. Son palabras que cuestan. Por eso lo hago desde la cobardía y el anonimato de este blog.
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icepper -