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chispis

CALLEJEROS

Estoy viendo el programa Callejeros que emite Cuatro y que hoy trata de los sin hogar.  Cada uno cuenta cómo ha llegado a esa situación y sus problemas para sobrevivir.  Es muy duro.  Lo que me llega al alma es lo injusta que es la vida.  Unos tienen tanto y otros nada.  Que no todos nacemos con las mismas oportunidades, capacidades, apoyos. También me alucina ver cómo en medio de sus "casas" (es decir, debajo del puente, literalmente) se las apañan para mantener el recuerdo de lo que fue una vida familiar, como muñecos de sus hijos. 

Como dijo aquel, si no eres parte de la solución eres parte del problema.  Me acuerdo de mis años de voluntaria.  Trabajaba con niños y presos jóvenes.  Entonces creía que estaba mejorando un poco el mundo y me sentía bien siendo útil, aportando mi tiempo, respeto y cariño a esas personas con las que colaboraba.  Ahora mi vida pasa entre cuatro paredes (ya sean de casa o de la oficina), encerrada en mi mundo más o menos protegido, sintiéndome afortunada de tener más de lo que en realidad necesito.  Y además he recibido el mejor regalo: L..  Con ella se cierra un poco más mi círculo pues me lleva todo mi tiempo atenderla.  Quisiera pensar que la vamos a educar para que se valga por sí misma y se construya una vida digna y feliz, independiente y sana.

Se han acabado los anuncios y el reportaje continúa.  Me da vergüenza estar aquí con mi portatil, con mi tv plana de tropecientas pulgadas, etc etc mientras veo cómo viven vecinos de Madrid. También es verdad que en breve me acostaré y soñaré con vete tú a saber qué o quién pero calentita en mi cama limpia y cómoda.  Si no ayudamos a los demás, lo menos que podemos hacer es agradecer lo que somos y lo que tenemos.

2 comentarios

merba -

También vi el programa y sí es verdad que impresiona, no sólo porque muestra una realidad que nosotros desconocemos, sino porque algunas de las personas que aparecían en el reportaje nos daban a conocer su punto de vista de cómo reaccionamos nosotros, los que vivimos bien, ante su presencia. Había quienes decían que los miramos con miedo, como si nos tuvieran necesariamente que atacar, atracar o qué sé yo.
Mucha pena, aunque viendo muchos de los casos imagino que hay muchos de ellos que tampoco se dejarían ayudar.

Patri -

También lo vi. Y parece mentira como te puede cambiar la vida de un momento a otro.
Un empresario, un programador, un señor casado con sus hijos... y de golpe, zas! Todo se acaba y te cambia.
Tenemos que pensar en lo afortunados que somos.
Un besito!
P.S.: Muy chulo el babero! Les hice un montón a mis sobrinas. Me relaja hacer punto de cruz.