SENTIRSE BIEN, SENTIRSE MAL... ¿DE QUIÉN DEPENDE?
En teoría depende de uno mismo. Se supone que uno puede controlar sus pensamientos, que son los que regulan nuestros sentimientos. En realidad, estoy de acuerdo con esta teoría, sólo que a veces es más fácil sucumbir a la tristeza que luchar contra ella.
Voy a contar lo del finde, para entender mejor a lo que me refiero: Yo hace semanas había hecho planes con una persona a la que llamaremos EME. Íbamos a pasar el finde juntas en Madrid. Ella vendría a mi casa desde otra ciudad. Hasta aquí todo bien.
Pero hete tú por donde, que aparece una segunda persona en la historia, a la que llamaremos JOTA. JOTA llama a EME y le dice que va a ir a visitarla a su ciudad, justamente el mismo fin de semana que EME y yo teníamos ya acordado. Pues llega EME y no sólo no me dice nada (menos mal que la llamé yo por casualidad por otro tema que si no, no sé cuándo pensaba decírmelo) sino que además va y me dice: al final no voy a Madrid, total, ya nos hemos visto hoy un ratito (!?!?!?!) y además JOTA viene a verme ese finde, ha sido idea suya (como quitándose culpa).
La pregunta obvia fue: ¿por qué no le has dicho a JOTA que tú y yo teníamos planes para ese finde? Me dice que porque prefiere ahorrarse el viaje, que prefiere que la vayan a ver a ella (¡¡¡tócate los güevos!!!!). Me quedé, literalmente, sin habla. Yo pensaba que esos planes eran importantes para las dos.... pero ya he visto que sólo lo son mientras no le sale nada mejor. Lógicamente me sentí muy triste, defraudada, poco importante. Me pasé un par de horas hecha polvo, lo que tardé en llegar a mi casa y vi a mi chico. Ahí se me olvidaron todas las penas.
Ahora lo recuerdo aquí porque me sirve para procesarlo, digerirlo, quitarle importancia (!!??), hacer borrón y cuenta nueva.
Pero cuesta...
3 comentarios
pepa -
chispis -
Aldonza -
Véngate de mi parte ¡ya!