¡QUÉ POCO NOS QUEJAMOS!

Yo estoy determinada a quejarme via reclamación o como sea y así lo vengo haciendo últimamente.

La última ocasión fue el miércoles. Hace casi 2 meses compramos una trona en una conocida tienda infantil. Nos la iban a enviar a casa el pasado lunes. Como la trona no llegó, les llamé por la tarde y me dijeron que es que la trona seguía en Barcelona, que si la acababan de recibir bla bla bla. La chica me dijo que me la traerían o el martes o el miércoles. Le pedí que me concretara pero me dijo que no podía. El martes la trona no llegó y tampoco llamaron. El miércoles al mediodía me vuelven a llamar de la empresa de transportes para decirme que me llegaría el viernes.

Después de oir excusas de lo más peregrino, llamé a la tienda y les dije direcamente y sin más rodeos que puesto que la trona no llegaba a tiempo, que o me hacían un regalo o les ponía una reclamación. La vendedora me dio la razón y tras consultar con las oficinas centrales me dijo que me daban un cheque por valor de 30 euros.

En teoría la trona llega mañana. En teoría me van a dar un cheque.

La realidad, es que esto me ha dado fuerza para seguir peleando. No estoy dispuesta a quedarme callada, a que me tomen el pelo.